Cada paciente es un mundo.
Y perdóname, pero no, no te puedo decir si son 3 sesiones, una sola o nos vamos a ver dilatadamente todo el año.
Por el esguince que no se ha solucionado al 100% en 5 sesiones y me vuelve loca,
Por el que se fue en la primera con los deberes hechos y saltando.
Por el dolor de todo el cuerpo que iba a acabar con su mundo y en 1 sesión de cambio de enfoque dejó de ser “revisión mensual ” para el ” María me he hecho daño” puntual,
Por el dolor persistente que vuelve y vuelve.
Por la epicondilalgia que ni flossing ni electropunción ni activa ni mulligan ni cervicales, dorsales ni primera costilla,
Por la que te sobran 25 minutos porque este codo está perfecto.
Por a quien no llegas a dar con el click con las digestiones,
Por quien no ha vuelto a tener ardor.
Por los acúfenos que si y los que no.
Por el bruxista que recidiva y el que controla su estrés.
Porque va y viene.
Porque no hay dos pacientes iguales ni dos momentos de la vida igual de estables para el mismo paciente.
Querido paciente desencantado, qué te digo si no llego hasta ahí.